La piscina con efecto infinito es perfecta para relajarte después de un día explorando, especialmente al atardecer.

una experiencia placentera en un entorno tranquilo

La habitación con jacuzzi era un verdadero oasis de relajación, perfecta para disfrutar de las vistas al océano. El desayuno ofrecía una variedad increíble, con frutas tropicales frescas que energizaban cada mañana. Además, el personal era extremadamente atento y siempre estaba dispuesto a ofrecer recomendaciones locales.

Sin embargo, el entretenimiento nocturno era un poco limitado.

Lo bueno y lo malo, sin endulzar

Las vistas desde la habitación son simplemente impresionantes, un verdadero deleite para los ojos. La piscina es increíble y el personal amable. Sin embargo, el shuttle a la ciudad tiene horarios limitados, lo que puede ser incómodo. A pesar de todo, este lugar ofrece un refugio cómodo y relajante en la hermosa bahía.

El hotel tiene una hermosa vista al océano.

Mi estancia no fue todo lo que esperaba. Me encontré con que la caja de seguridad en mi habitación no tenía instrucciones claras para usarla, lo que fue bastante frustrante. Además, sentí que faltaba personal que hablara español, lo que complicó un poco la comunicación durante mi estadía. Por otro lado, el entretenimiento nocturno era limitado y las noches resultaron ser un poco aburridas.

Habitación amplia y cómoda, desayuno variado con buenas opciones. Personal siempre sonriente y atento. La ubicación cerca de la playa es un buen plus. Ideal para descansar un rato. Fallas en el jacuzzi, pero la vista al océano compensa.

excelente acceso a lugares icónicos y vistas impresionantes

Tuve una experiencia maravillosa, la vista a la bahía de Matavai desde mi habitación era espectacular y además, la amabilidad del personal te hace sentir como en casa. lo mejor es que puedes caminar a lugares icónicos como el Museo James Norman Hall y disfrutar del hermoso Pointe Vénus a pocos minutos, perfectos para paseos tranquilos por la tarde.

Habitaciones amplias, personal atento, desayuno delicioso – un hotel de calidad excepcional.

La habitación tenía vistas impresionantes, aunque el entretenimiento nocturno era limitado.

El lugar es tranquilo y muy limpio. El desayuno es variado y para todos los gustos. Además, el personal era súper amable, siempre listos para ayudar con una sonrisa.

Nada, todo fue genial.

La habitación con vista al océano fue espectacular. Pasar la tarde en el balcón disfrutando del atardecer fue inolvidable. La cama era muy cómoda y el baño estaba impecable. La piscina, con su efecto infinito, se convirtió en mi lugar favorito para relajarme. El desayuno tenía opciones suficientes para todos los gustos. El personal de recepción siempre estaba dispuesto a ayudar y respondía todas mis dudas con una sonrisa. Sin embargo, la caja de seguridad en la habitación no tenía instrucciones claras para usarla, lo que resultó frustrante. Además, sentí que el entretenimiento nocturno era limitado y faltaba personal que hablara español, complicando un poco la comunicación durante mi estadía. Estos detalles podrían mejorar la experiencia en general.

La habitación era amplia y cómoda, con un baño impecable y una cama que invitaba a descansar. Disfruté del desayuno con una variedad deliciosa de frutas frescas y panes recién horneados. Además, el personal siempre estaba sonriente y dispuesto a ayudar con cualquier consulta. La piscina con efecto infinito se convirtió en el lugar ideal para relajarme después de un día de exploración.

Faltaba entretenimiento nocturno y algunos detalles en la caja de seguridad.

La cena fue un manjar, probé el ceviche fresco que sabía a mar, ¡una delicia! Además, el desayuno tenía una variedad increíble, desde frutas tropicales hasta panes recién horneados, perfecto para empezar el día. La habitación con jacuzzi era un oasis de tranquilidad que hizo nuestra estancia aún más especial.

La caja de seguridad no tenía instrucciones, así que tuvimos un pequeño caos al tratar de usarla, pero nada que arruinara el buen rollo. Ah, y el wifi en la habitación era un poco flojo. aprovechamos para ir a las áreas públicas y eso funcionó bien.

Las vistas desde mi habitación eran impresionantes, especialmente desde la que tenía el jacuzzi. El desayuno ofrecía una variedad increíble, y el personal de recepción siempre estaba dispuesto a ayudar. Sin embargo, el horario limitado del shuttle a la ciudad podría ser mejor y noté que faltaba personal que hablara español.